Identificar la calidad y satisfacción de la simulación clínica de los estudiantes del programa de enfermería y especializaciones clínicas de la Universidad Mariana, durante el año 2022

Abstract

Actualmente, la formación de estudiantes de enfermería es fundamental para el logro y adquisición de competencias que son necesarias para adentrarse en el campo laboral y brindar una atención de calidad a los usuarios que requieren de su cuidado (Torkshavand et al., 2019). El método de enseñanza de enfermería ha cambiado a través del tiempo, así como el uso de nuevas tecnologías, con la finalidad de preservar la seguridad del paciente y aumentar la satisfacción en

los estudiantes (Burgos, 2020). De modo que, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados recomienda en el año 2020 “Ofrecer a los futuros profesionales de la enfermería una formación teórica y práctica en las competencias científicas, tecnológicas y sociológicas que necesitan para avanzar en la atención primaria de salud” (OMS, 2020, p. 1), una de las estrategias del proceso de enseñanza - aprendizaje es el uso de la simulación clínica, porque ha demostrado que ayuda a profundizar en los conocimientos adquiridos (Herron et al., 2019), de igual manera incentiva al desarrollo de habilidades tales como el liderazgo, la comunicación y el trabajo en equipo ( Hegland et al., 2017). Frente a las percepciones de estudiantes en relación con la simulación clínica, Valencia et al. (2019), afirma que las prácticas simuladas “brindan a los estudiantes la oportunidad de analizar, reflexionar, evaluar contenidos y enfrentar situaciones asociadas con su quehacer profesional mediante la aproximación a la realidad clínica” (p. 21). Considerando que, desde el punto de vista académico, la satisfacción logra desarrollarse en un escenario importante, en dónde está relacionada con mejores resultados en el aprendizaje y la motivación que expresan los estudiantes, al saber que sus necesidades fueron tomadas en cuenta (Tacca et al., 2020). Desde este punto de vista se hace necesario las percepciones frente a la calidad y satisfacción como herramienta principal en la formación profesional de manera adecuada, con la finalidad de mejorar el aprendizaje como seguridad en el instante que se encuentren en un escenario real. La percepción de los estudiantes en los procesos de enseñanza aprendizaje a través de la simulación clínica les permiten mejorar el desempeño en relación al manejo integral del paciente, la toma de decisiones, el desarrollo de habilidades de comunicación entre otros, evitando riesgos y aumentando la percepción de seguridad en los estudiantes (Zambrano, 2018). Desde la percepción estudiantil, según los autores Orjuela y Osses refieren que existe la necesidad de ampliar el tiempo destinado a la simulación clínica con pacientes simulados y mejorar el espacio en el cual se desarrolla las prácticas simuladas, los estudiantes piensan que la simulación clínica es importante para desarrollar una gestión profesional mediante la continua evaluación, planeación y control de los procesos de evaluación e intervención y en relación a la adquisición de habilidades creativas e innovadoras (Orjuela & Osses, 2021).