Descripción

Una profesional de Enfermería, con alguna experiencia en el campo asistencial, ingresa a trabajar a una institución de salud de carácter privado de segundo nivel de atención, después de pasar por un proceso de selección que incluía una entrevista, una prueba de conocimientos y la verificación de información de la hoja de vida, para el cargo de Jefe de Enfermería del Servicio de hospitalización, medicina interna y oncología. Tras haber presentado los diferentes requisitos para el ingreso y haber aprobado los mismos, se le indicó que debería realizar una jornada de inducción en los diferentes servicios, con el acompañamiento de otros profesionales durante los turnos; así, debería cumplir dos semanas; tiempo después, le serían asignados sus propios turnos. A pesar de recibir comentarios un tanto desalentadores sobre la institución donde había decidido ingresar y, aunque era una institución legalmente constituida, no contaba con un adecuado reconocimiento en la ciudad; siempre se escuchaba comentarios sobre la mala atención brindada a sus pacientes, problemas administrativos y financieros como el incumplimiento en el pago oportuno de nómina y el pésimo ambiente laboral, la enfermera continuó su proceso asumiendo que sería una buena oportunidad laboral, al no contar con un recorrido profesional tan amplio por su poca experiencia.