Descripción

Durante la experiencia obtenida en la Universidad Mariana, como docente del programa de Terapia Ocupacional, siempre tuve cuestionamiento al elegir las estrategias de enseñanza aprendizaje apropiadas, que logren “estudiantes interesados en su rendimiento académico desarrollando, por sí mismos, eficaces estrategias de estudio, es decir que, conocen la estrategia y cuando la usan interpretan sus experiencias de estudio de una forma significativa” (Marroquín, 2013, p. 115), en el momento que se diseña el microcurrículo del espacio académico de Terapia Ocupacional en salud mental, surge la idea de un encuentro estudiantil de actualización hecho por los estudiantes para otros estudiantes, esto debido a varias causas, entre ellas, el empoderamiento que los estudiantes deben asumir, el compromiso y la responsabilidad con su formación; así mismo hacer uso de su “fuente creativa que indica el poder de razonamiento, que resulta útil para la comprensión de los contenidos académicos, que son igual de importantes” (Cala, 2016, p. 165), debido a la formación como profesionales y la adquirida con el paso del tiempo a través de los procesos de cualificación docente, surgen varias ideas como mapas mentales, conceptuales, demostraciones, preguntas guía, lectura previa y seminarios (Marroquín, 2013, p. 214) entre otras, pero la decisión es profundizada cuando se hace necesario crear hábitos de lectura, mejorar las relaciones interpersonales y hacer frente a la educación con una posición crítica y reflexiva, así pues se considera la realización de un encuentro, visto como un aprendizaje orientado a proyectos, el cual es considerado por Moruno y Talavera (2012)