Actividades de estimulación sensorio-motriz para fortalecer la motricidad fina en los estudiantes de grado primero del colegio Joaquín Ochoa Maestre.

Abstract

A partir de una observación meticulosa en la Institución Educativa Joaquín Ochoa Maestre de Valledupar, se ha identificado una marcada necesidad de implementar y desarrollar variadas actividades pedagógicas dirigidas específicamente a los estudiantes del primer grado. Esta carencia, detectada a través del análisis directo de la dinámica educativa, pone de manifiesto un área de oportunidad en la que se puede intervenir para mejorar la experiencia educativa y fortalecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es fundamental abordar esta situación para garantizar una formación integral y adecuada para estos jóvenes estudiantes en una etapa crucial de su trayectoria académica. Tras administrar una prueba diagnóstica a los estudiantes, evaluando áreas de desarrollo físico, cognitivo y comunicativo, se identificó que una considerable cantidad de ellos muestra desafíos en su motricidad fina. Específicamente, se notó que muchos no seguían las líneas al dibujar, sostenían el lápiz de manera incorrecta y no identificaban la letra inicial o incluso su nombre completo. Además, presentaron dificultades en habilidades lectoescritoras y en su capacidad de concentración. Estos hallazgos sugieren que su proceso de aprendizaje puede verse obstaculizado, lo que puede generar frustración o desinterés hacia el estudio, afectando de manera adversa su trayectoria académica. El desarrollo sensomotriz constituye el cimiento para habilidades más avanzadas que se manifestarán durante la etapa escolar. Por ello, la estimulación temprana adquiere una relevancia fundamental. Es imperativo centrar esfuerzos en la estimulación de los niños desde su gestación y hasta los primeros seis años de vida. En este período, su sistema nervioso central presenta una plasticidad destacada, lo que le permite adaptarse y responder eficazmente a diversos estímulos ambientales. Esta respuesta temprana no solo beneficia el ámbito cognitivo, sino que también potencia el desarrollo emocional y físico del niño, preparándolo para enfrentar retos futuros con mayor capacidad y resiliencia. Actividades de estimulación sensorio-motriz para fortalecer la motricidad fina 19 (Salas, 2002). Postula que la estimulación temprana constituye un conjunto de estrategias sistematizadas destinadas a optimizar diversas competencias de los niños en las etapas iniciales de su desarrollo. Este enfoque busca afianzar no solo la dimensión cognitiva, sino también la adaptativa, motriz y lingüística, proporcionando así una base sólida para el aprendizaje y la interacción con el entorno. La implementación de estas técnicas se considera crucial, dado que facilita un desarrollo integral y armónico, permitiendo que los niños alcancen su potencial en cada una de estas áreas. La relevancia de la estimulación temprana radica en su capacidad para forjar una fundación robusta que favorezca el despliegue de habilidades y destrezas necesarias en etapas subsecuentes de la educación y la vida cotidiana. A través de una intervención temprana y estructurada, es posible anticiparse y atender posibles desafíos o retrasos en el desarrollo, promoviendo así un bienestar duradero y una mejor calidad de vida. Este enfoque pedagógico, por lo tanto, no solo beneficia a los niños en el corto plazo, sino que también tiene implicaciones significativas para su éxito y adaptación a lo largo de la vida. Se puede inferir que, dado el contexto socioeconómico de la institución ubicada en una zona de bajos recursos, la comprensión sobre la importancia de la estimulación temprana es crucial. La mayoría de las familias en esta área enfrentan desafíos significativos: economías precarias, empleo informal predominante como el mototaxismo o la venta ambulante, y en muchos casos, la ausencia de uno o ambos padres o familias numerosas. Estas circunstancias pueden limitar las oportunidades educativas para los niños. Por lo tanto, es esencial que la comunidad esté informada sobre cómo la estimulación temprana puede ser una herramienta valiosa para potenciar el desarrollo integral de los niños. La falta de conocimiento por parte de los padres en relación con la estimulación temprana representa un desafío en el desarrollo infantil. En Colombia, el sistema educativo establece que los niños ingresen a la escuela al alcanzar los 5 años, disponiendo únicamente del grado de transición, que dura un año, para fortalecer habilidades y destrezas. Es esencial recalcar la importancia de iniciar la estimulación desde etapas tempranas, incluso desde la gestación, para garantizar un desarrollo integral y óptimo de los niños. Esta situación refleja la necesidad de promover mayor conciencia y educación sobre la relevancia de las intervenciones tempranas en el ámbito familiar y educativo.