Descripción

No todos somos iguales, no todos debemos ser iguales ¿Quién determina la condición de original, real, válido, o verdadero? Desde las primeras crónicas sobre América, hasta los tiempos contemporáneos, el realismo mágico ha estado presente como fragancia propia de estas tierras, tan impredecibles que sus lógicas no son propias del pensamiento eurocentrista. Las tierras americanas son leyenda y mito; aquí­ era y es posible la ruptura de la realidad, tal vez -porque no es lo único- lo sagrado de las comunidades precolombinas impregnaron el lado más codicioso de los reinos invasores, hombres tan mundanos que vivieron y murieron en su ley -delirio áureo-. No obstante, la independencia escribió los puntos suspensivos de una etapa infernal en el territorio americano, sin embargo, dejó en el poder a la demencia vestida de dictadores y esculpida en monumentos, como si el destino de opresión y maltrato al pueblo americano fuese un designio de los dioses andinos.