Descripción

Algunos dicen que el romance entre la literatura y el arte pictórico proviene de la época de los antiguos egipcios, cuando fue elaborado un papiro con ilustraciones de animales dirigido a los niños. Otros aseguran que la relación no data de tanto tiempo atrás, sino que empezó en 1658 con la publicación del Orbis Sensualium Pictus, una guía ilustrada que el monje checo Jan Amos Komenski creó para que los niños aprendieran latín. Lo cierto es que resulta muy complicado determinar cuándo esta pareja artística empezó a enamorarse, pues ha dejado hijos regados a lo largo de la historia.